Conectando el Ensanche de la Villa de Bilbao con la zona de Abandoibarra se encuentra la plaza Euskadi, uno de los nuevos y poderosos corazones de la villa, configurándose como un espacio verde de transición entre el parque de Doña Casilda Iturrizar y el parque de la Campa de los Ingleses. En ella se encuentra el edificio Artklass (resultado de la colaboración entre los estudios de los arquitectos Robert Krier y Marc Breitman) que, aunque pueda resultar paradójico, resulta muy rompedor por lo clásico, encontrando un derroche de miradores, ventanales, arcos ojivales, cúpulas, arquitrabe, impostas y esculturas.

 

Es en este conjunto arquitectónico donde se encuentra este pequeño apartamento de 80 m2 que, desde el principio, ha supuesto un reto de optimización de espacios. Para ello, se ha decidido unificar dos estancias, en un inicio reducidas y tubulares, con el objetivo de ennoblecer la parte más pública de la vivienda.

En la zona privada nos encontramos con un dormitorio principal que ha querido conectarse con su baño empleando los mismos materiales, predominantemente el microcemento. Este es un material que a priori puede parecer frío pero que, combinado con luz cálida, maderas y linos naturales, se convierte en un recurso de continuidad y personalidad en las estancias que nunca decepciona.