La villa de Portugalete se asienta sobre una ladera en la margen izquierda de la desembocadura de la ría del Nervión-Ibaizabal. Su casco antiguo, catalogado como patrimonio cultural vasco, supone un conjunto histórico-artístico que mantiene la esencia medieval. 

La basílica de Santa María domina desde el centro histórico, templo que mezcla los estilos gótico y renacentista. A su lado se sitúa la Torre de los Salazar, construida en 1379 y perteneciente al linaje del mismo nombre, conocida familia en la historia de Bizkaia.

Entre ambas construcciones se sitúa este apartamento cuya intervención pretende ensalzar los sistemas constructivos medievales mediante un estilo nórdico, tranquilo y controlado.

El perímetro de la vivienda, de forma romboidal, da origen al diseño y distribución del proyecto. Se plantea una retícula de tabiques que se alinean a las aristas “cortas” del rombo, contrastando radicalmente con la dirección de las vigas y solivos de madera originales.

Esta propuesta ofrece una diagonal única mediante un espacio que cruza la vivienda y amplía la perspectiva de sus interiores. El espacio más atractivo del proyecto se logra con la apertura del mirador, hacia la Torre y la Basílica, para convertirse de noche en un lienzo de la historia de la villa.